Hace unos días conocíamos con rabia la triste noticia de que Sandra Peña, una estudiante de 14 años del centro concertado sevillano de Irlandesas Loreto, se había quitado la vida fruto de la situación de acoso escolar que vivía. La joven llevaba sufriendo un acoso insoportable desde el curso pasado y el centro en ningún momento activó los protocolos de acoso escolar pertinentes. Desde el Sindicato de Estudiantes queremos mandar todo nuestro calor y cariño a los familiares y amigos de Sandra en estos momentos tan duros.
Hay responsables: los recortes y las privatizaciones
Esta tragedia es la consecuencia directa de la situación de desprecio absoluto, los recortes y las privatizaciones en la educación pública, y especialmente en el terreno de la salud mental. Aunque los medios de comunicación traten de centrar el foco en los protocolos de acoso escolar, la realidad es concreta ¿quién aplica esos protocolos? ¿Los profesores y profesoras que tienen que atender a 35 y 40 alumnos en un aula y sin medios? ¿Los orientadores y orientadoras que no hay en nuestros institutos? ¿De qué sirven los protocolos cuando se tornan en papel mojado ante el colapso de la educación y la inexistencia de recursos económicos y mecanismos de prevención?
El problema es que tanto la prevención del acoso escolar como la salud mental necesitan unos recursos que no existen en la escuela pública. Por eso es tan aberrante y despreciable cuando escuchamos a la Consejera de Educación echar balones fuera con este caso. ¿Acaso no es el discurso del odio que ellos mismos fomentan, lo que genera el racismo, el machismo, la homofobia, la desigualdad y el acoso? ¿No es el discurso individualista y capitalista de la derecha y la ultraderecha lo que genera las situaciones de bullying en los centros de estudio? Pero es más, una vez ya se ha generado esto, ¿acaso no son los recortes del Partido Popular los que han destruido la escuela pública e impedido que nuestros centros de estudio cuenten con los recursos necesarios para atender las necesidades de salud mental de las y los estudiantes?
El suicidio es un crimen social que se corona como la principal causa de muerte entre jóvenes en un sistema que no nos brinda ayuda, que fomenta el individualismo y la miseria, donde no hay recursos para atender a los miles y miles de jóvenes que se enfrentan a ello. Según un estudio de la propia Junta de Andalucía el 42,08% de las andaluzas y andaluces han sufrido al menos un trastorno mental diagnosticable y en 2022 más de 300.000 personas en Andalucía sufrían depresión. Según el informe realizado por varios sindicatos, dentro del colapso de la sanidad pública andaluza provocado por el PP destaca la falta profesionales de salud mental: se trata de la CCAA con menor número de profesionales de media, con 5 por cada 100.000, lejos de la media europea de 18 por cada 100.000. En junio de 2024 más de 19.000 personas en espera para ser atendidas en la Salud Mental andaluza.
Una situación dramática que se traduce en el sufrimiento de cientos de miles de jóvenes y trabajadores y trabajadoras que no podemos pagarnos la atención psicológica en la privada, que se ha convertido en un privilegio y que desde el Sindicato de Estudiantes llevamos años denunciando (por ejemplo con la huelga estudiantil que convocamos en octubre de 2023 en defensa de la salud mental).
El desprecio de la dirección de las Irlandesas de Loreto al no aplicar el protocolo anti-acoso ya era un hecho conocido y público desde hace semanas. Lo realmente indignante es que la Consejería de Educación mantenga el concierto del que goza la Fundación Educativa Mary Ward, dueña del colegio. Estos señores, que se enriquecen con cientos de miles de euros de dinero público para esparcir el ideario reaccionario, machista y clasista de la Iglesia Católica, se negaron a tomar cualquier tipo de medida precisamente para no dañar su reputación y enturbiar el jugoso negocio que están haciendo mercadeando con un derecho fundamental como es la educación. El interés económico siempre está por encima de la integridad física y mental para esos sinvergüenzas. ¡Por eso hay que revocar inmediatamente este concierto y toda la educación privada-concertada! ¡Necesitamos una educación pública 100%, gratuita, laica y científica donde se combata el discurso del odio de la ultraderecha, el machismo, el racismo y cualquier tipo de lacra social que fomenta la desigualdad en el sistema educativo!
La lucha es el único camino
El PP y Moreno Bonilla tratan de esconder la responsabilidad de la Junta de Andalucía: callan cuando se expone el desprecio a la atención mental y la destrucción a la escuela pública; callan cuando destrozan la sanidad pública y dejan miles de afectadas sin diagnóstico en los cribados del cáncer de mama; callan cuando su colega Ayuso deja morir a 7.291 mayores en las residencias; callan cuando la desidia de Mazón deja cientos de muertos tras la DANA de València…. Y ante este nuevo crimen social, se dedican a echar balones fuera.
Pero no son los únicos, porque el problema de la privatización y falta de recursos de la escuela pública y la salud mental es también responsabilidad del ministerio de Educación del gobierno de coalición de PSOE-SUMAR, que se niega sistemáticamente a intervenir para rescatar los servicios públicos y poner fin a la privatización de la enseñanza pública y los conciertos educativos.
Solo la lucha organizada puede frenar los recortes y privatizaciones de la derecha y enfrentar a este sistema capitalista que nos condena a la violencia y a la desigualdad. Desde el Sindicato de Estudiantes vamos a seguir luchando y exigimos:
- Plan de rescate para la escuela pública y la sanidad pública. Profesionales suficientes de la salud mental en todos los centros sanitarios y educativos.
- Supresión inmediata del concierto con las Irlandesas de Loreto ¡Basta de regalar millones a la Iglesia Católica y a los empresarios de la educación! Que todos esos recursos e infraestructuras se integren en la red pública y que garantice una educación pública, gratuita y de calidad para todas y todos.
La muerte de Sandra ha sido un asesinato social que nos llena de rabia. Organicemos toda esa rabia para seguir luchando para que este sistema injusto y criminal no arrebate la vida de ningún joven más.