Solidaridad con la revolución e internacionalismo

Desde mediados de agosto hasta mediados de septiembre una delegación del Sindicato de Estudiantes, Manos Fuera de Venezuela y la Corriente Marxista El Militante visitamos Venezuela, realizamos una gira y participamos en charlas públicas y en distintos eventos políticos, visitas a fábricas tomadas, etc. Junto a los camaradas de la Corriente Marxista Revolucionaria de Venezuela, participamos en el Primer Encuentro del presidente Chávez con la juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que se está formando. Allí se eligieron delegados al Congreso fundacional de la J-PSUV que se celebró durante los días 11, 12 y 13 de septiembre.

Solidaridad con la revolución e internacionalismo

Desde mediados de agosto hasta mediados de septiembre una delegación del Sindicato de Estudiantes, Manos Fuera de Venezuela y la Corriente Marxista El Militante visitamos Venezuela, realizamos una gira y participamos en charlas públicas y en distintos eventos políticos, visitas a fábricas tomadas, etc. Junto a los camaradas de la Corriente Marxista Revolucionaria de Venezuela, participamos en el Primer Encuentro del presidente Chávez con la juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que se está formando. Allí se eligieron delegados al Congreso fundacional de la J-PSUV que se celebró durante los días 11, 12 y 13 de septiembre.

A dicho acto acudieron cerca de 17.000 jóvenes procedentes de todo el país, algunos tuvieron que hacer viajes de más de 12 horas para llegar al "Poliedro", en Caracas, donde se desarrolló un maravilloso acto y quedó clara sobre todo una cosa: las enormes ganas de la juventud de organizarse en torno a las ideas revolucionarias para profundizar el proceso en Venezuela y romper definitivamente con el capitalismo.
Posteriormente realizamos charlas públicas en diferentes estados del país con el nombre "La lucha internacional de la juventud contra el capitalismo". En ellos proyectamos el vídeo de la historia del Sindicato de Estudiantes. Estos actos contaron con una muy buena asistencia, especialmente el realizado en San Cristóbal (Estado Táchira) al que asistieron 80 jóvenes miembros de la J-PSUV, o el realizado en la casa del PSUV en Maturín (Estado Monagas), donde cerca de setenta personas, fundamentalmente trabajadores y amas de casa, prolongaron el acto durante cuatro horas fruto de las intervenciones y preguntas que se suscitaron durante el debate. También tuvimos oportunidad de realizar un acto en Duaca (Estado Lara), con asistencia de gente de todas las edades, y en Ciudad Bolívar, donde participaron una veintena de estudiantes procedentes de Bolivia, El Salvador, etc. que se encuentran estudiando en Venezuela; jóvenes que quieren aprender de la revolución para llevar su experiencia a sus países de origen cuando terminen los estudios.

El debate contra el reformismo y la profundización de la revolución

Las preguntas e intervenciones se centraban en una cuestión: ¿Cómo profundizar la revolución en Venezuela y acabar con el saboteo de la burguesía? ¿Cómo combatir a la burocracia que rodea a Chávez y que se aprovecha del momento político para su propio beneficio? ¿Cómo acabar con aquellos que se dicen chavistas y revolucionarios y no lo son? Y era precisamente ante esta tesitura cuando las ideas marxistas que nosotros planteábamos cobraban más fuerza, cuando explicábamos que la única manera de arrebatar el poder a la burguesía era quitándoles el que aún conservaban a través de la propiedad de los medios de producción y la banca, ¡¡sólo a través de la expropiación!!, y que era planteando medidas concretas como ésta dentro del movimiento revolucionario como se puede detectar y combatir a aquellos que dicen ser revolucionarios, pero que desde dentro torpedean el proceso con planteamientos reformistas que no van al fondo de la cuestión, es decir, a la lucha contra el capitalismo y la construcción del socialismo. Ante el saboteo económico, expropiación; ante la defensa del país, creación de milicias populares; ante la falta de alimentos y la inflación, nacionalización bajo control obrero de las industrias alimenticias que especulan con los precios, etc. 
Como decía Marx "cuando las ideas se apoderan de la mente de las masas se convierten en una fuerza imparable" y ese fenómeno es precisamente lo que, en pequeñito, pudimos ver en los actos que realizamos cuando la gente hacía suyas las ideas de expropiación y nacionalización bajo control obrero de las palancas fundamentales de la economía venezolana, la necesidad de la formación política, de la lectura de los clásicos del marxismo, de la discusión sobre el carácter del Estado y la lucha política contra la burocracia en el seno de las organizaciones de masas, como el PSUV y J-PSUV.
Durante los días 3, 4 y 5 de septiembre se celebró en Carora (Estado Lara) el "Foro Internacional de Economía Carora 2008", en el que también tuvimos la oportunidad de participar. Allí se encontraban cientos de personas pertenecientes a los movimientos populares, así como diversos intelectuales como Heinz Dieterich, y el teórico marxista de la CMI Alan Woods, que habló por videoconferencia. Había creada una cierta expectativa ya que se trataba del primer encuentro, aunque "virtual", entre el camarada Alan y el reformista Dieterich desde que se publicó el libro de Alan Woods Reformismo o revolución. Respuesta a Heinz Dieterich. Una vez más quedó demostrada en la práctica la superioridad de las ideas del marxismo planteadas por el camarada Woods (que recibió una verdadera ovación por parte del público después de su intervención) sobre las ideas reformistas de Dieterich, que despertaron alguna que otra carcajada entre ciertos sectores del auditorio por su ridiculez y también por el tono prepotente que emplea.

Congreso de la Juventud
del PSUV. La lucha contra
el burocratismo

Pero la experiencia más impactante fue, sin duda, la participación en el congreso fundacional de la Juventud del PSUV. Fueron 1.080 delegados elegidos entre casi 8.000 jóvenes de toda Venezuela los que acudieron a la ciudad de Puerto Ordaz, donde se celebró el congreso. La lucha entre reformismo y revolución volvió a evidenciarse en el transcurso del congreso. La inmensa mayoría de las 49 mesas de trabajo en las que estábamos distribuidos rechazó la propuesta de estatutos inicial y eso tuvo su efecto en que los estatutos finales recogieran cuestiones claves como la elegibilidad y revocabilidad de todos los cargos por la base, la independencia económica respecto al Estado a través de la autofinanciación, la necesidad de que la juventud participe en las milicias populares que han de ser creadas para armar e instruir al pueblo venezolano contra los ataques a la revolución, la formación política de la juventud, etc.
No se eligió una dirección nacional de la J-PSUV por la oposición existente en la base, que exigió que, todo esto quedara postergado a un nuevo congreso donde se  garantizase la elección y el debate democrático, algo que en los tres días que duró el congreso fue imposible. Consignas como "¡Debate abierto, las bases tienen tiempo!", "Juventud socialista y jamás reformista", "Fuera el reformismo de las filas del chavismo", "No a la macolla (burocracia)", que se coreó sin parar en la plenaria del último día, reflejan el estado de ánimo de las bases. Fue una tremenda victoria de las bases revolucionarias frente a los burócratas reformistas que pretendían controlar a la juventud del PSUV antes de que naciese como tal.
Chávez clausuró el congreso en un acto con 5.000 jóvenes. Era sorprendente ver en vivo la conexión entre las bases y Chávez, y cómo éstos se influyen respectivamente. A medida que los asistentes cantaban consignas como: "Si se arma el peo, queremos los fusiles" (fruto del impacto que tuvo la noticia del descubrimiento de un intento de golpe de Estado en Venezuela y Bolivia), el discurso de Chávez se politizó cada vez más. Explicó que los fascistas se habían hecho fuertes en Bolivia porque no se les había combatido cuando aún eran débiles, algo que en Venezuela no iban a dejar que sucediese: "¡En Venezuela, a los fascistas ni agua!". También insistió en la idea de enviar al ejército venezolano a Bolivia si fuera necesario para apoyar al pueblo boliviano en su lucha por la transformación de la sociedad. Finalizó llamando a los jóvenes a participar en el ejército y a crear las milicias populares. Todas estas declaraciones arrancaron enormes aplausos entre el auditorio.
El nuevo periodo de revolución y contrarrevolución a nivel internacional ha situado a Venezuela en la punta de lanza de la revolución. Hemos podido ver el cambio en la conciencia de las masas como algo vivo, lo que Trotsky llamaba el proceso molecular de toma de conciencia. Los protagonistas de la revolución en Venezuela son amas de casa, trabajadores y jóvenes que en su mayoría entraron en política hace diez años, con la llegada de Chávez, son el mismo tipo de gente que vive en nuestros mismos portales o barrios, nuestros compañeros de clase o de trabajo que en el Estado español, por ejemplo, no ven aún necesaria ni útil su participación en política. Esa gente que bruscamente cambiará su actitud respecto a la política y protagonizará la revolución en el Estado español.

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