Paremos el genocidio sionista en Gaza y la escalada militarista de Netanyahu, Biden y la UE. El Gobierno español, ¡cómplice de la matanza! ¡Ruptura ya de relaciones con Israel!  

Este fin de semana se celebrarán de nuevo manifestaciones en casi 100 ciudades de todo el Estado español contra el genocidio en curso desatado en Gaza por el Gobierno de Netanyahu y sus aliados occidentales, tanto EEUU como la UE.

Tras meses de provocaciones por parte del sionismo, bombardeando no solo Gaza sino el Líbano y Siria, y también territorio iraní, su embajada en Damasco, matando a 7 altos cargos gubernamentales, ahora Biden, Sunak, Scholz, Macron, Pedro Sánchez o Borrell se echan las manos a la cabeza por la tímida represalia iraní, sin una sola víctima mortal, y acusan a Irán, y de paso a Rusia y a China, de querer una escalada militar en la región. ¡No se puede ser más cínico!

Y nos lo dicen los mismos que han surtido de armamento hasta los dientes al Gobierno supremacista de Israel, manteniendo todas las relaciones diplomáticas, militares y económicas de cara a sostener su economía, y para así poder continuar la agresión genocida en Gaza.

Un genocidio que ya ha supuesto más de 40.000 víctimas y más de 100.000 heridos, el 5% de la población, con más de 15.000 niñas y niños asesinados; que está llevando a la hambruna a la población, con uno de cada cuatro niños ya afectados por la misma; y que ha supuesto actuaciones criminales similares a las practicadas por las SS en el Este de Europa, como la matanza en el hospital de Al Shifa, con más de 1.500 asesinados, muchos pacientes que estaban en sus camas, una de las peores matanzas de civiles palestinos desde Sabra y Shatila.

Eso sí, los Gobiernos occidentales, incluido el de Pedro Sánchez, tienen ahora la desfachatez de plantearse nuevas sanciones contra Irán, por lanzar drones y misiles bajo aviso y que no han causado apenas daños, un herido, y ningún muerto. Pero seguirán surtiendo al régimen de Netanyahu, como ya hicieron en marzo, cerrando una nueva compraventa de armas con el Estado de Israel.

Y esto lo hacen de acuerdo con sus socios de Gobierno, con Sumar, con Yolanda Díaz, aún miembro del PCE, con Sira Rego, la ministra palestina, y con Más País, el PCE e IU. Sí, podrán hacer todo tipo de declaraciones sobre un alto fuego y un acuerdo de paz, sobre la necesidad de llevar al Gobierno genocida de Israel ante la justicia internacional, o sobre la necesidad de romper relaciones con Israel, pero al final del día, siguen sentados en el Consejo de Ministros implementando esta política otanista criminal. ¡Esa es la realidad!

E igual podemos decir de los cantos de sirena sobre el reconocimiento del Estado palestino por parte de Pedro Sánchez. ¿Qué Estado palestino? ¿Una Franja de Gaza que se ha convertido en un paisaje lunar, de hambre, muerte y destrucción? ¿Una Cisjordania donde los palestinos son encerrados entre muros, vallas y sistemas de vigilancia, y son acosados impunemente, y asesinados por las bandas fascistas de colonos? ¿Un Estado palestino dirigido por una ANP que no mueve un dedo contra el genocidio sionista, reprimiendo incluso a los que protestan en Cisjordania, y que apoya públicamente al corrupto régimen jordano cuando detiene a cientos de activistas que están ocupando desde hace semanas las calles contra la barbarie sionista?

La realidad es que todas estas declaraciones, como las lágrimas de cocodrilo de Biden o Borrell ante los peores crímenes sionistas, son puro teatro. Su única preocupación para evitar una escalada militar, o su presión desesperada a Netanyahu para que no entre a sangre y fuego en Rafah, donde se hacinan millón y medio de gazatíes, es evitar estallidos y rebeliones tanto en el mundo árabe como en sus propios países, en EEUU y Europa.

Ya son semanas de protestas que no cesan en Jordania y Marruecos, aliados claves del imperialismo norteamericano, o frente al sindicato de periodistas en Egipto; en Alemania, a pesar de la brutal represión de su Gobierno socialdemócrata verde, llegando la policía a clausurar un Congreso de solidaridad con palestina; en EEUU y Gran Bretaña, donde las protestas de masas no cesan; o en el propio Estado español.

Este es el único camino para frenar el genocidio: la movilización internacionalista y de clase más contundente posible, y apuntar a nuestros propios Gobiernos, responsables directos de la barbarie genocida, de las guerras imperialistas y de la escalada militarista. ¡El enemigo está en casa!

¡Todas y todos a las manifestaciones! ¡Viva la lucha del pueblo palestino! ¡Abajo el militarismo capitalista!

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