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El sábado 4 de abril, Pedro Sánchez anunciaba que el cese de la actividad declarada no esencial se suspenderá el 12 de este mes. Cuando la pandemia se encuentra lejos de estar controlada, superando en cifras reales los 20.000 muertos, con cientos de miles de contagiados y con la sanidad pública y sus profesionales más que al límite, el Gobierno PSOE-Unidas Podemos empuja a millones de trabajadores a seguir produciendo beneficios para las empresas.
Desde Izquierda Revolucionaria lo decimos claro: ceder a los dictados de la oligarquía económica sólo sirve para aumentar la demagogia de la derecha y envalentonar a la patronal.
El Gobierno debe rectificar inmediatamente. Nuestra salud tiene que estar por encima de los beneficios de aquellos que nos han conducido a esta catástrofe sanitaria y económica.
Paralización inmediata de toda la actividad productiva no esencial. Nacionalización de la banca, la sanidad privada y los grandes monopolios para garantizar los recursos sanitarios y hacer frente al desempleo masivo y la pobreza.
