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¡Solidaridad con los y las estudiantes en lucha! ¡Basta de represión!

Desde el Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria queremos enviar toda nuestra solidaridad a los y las estudiantes estadounidenses que están mostrando su solidaridad internacionalista con el pueblo palestino en los Campus. Estamos seguros que ni la represión ni las mentiras os podrán frenar. ¡La juventud en todo el mundo estamos a vuestro lado!

Somos millones quienes nos movilizamos contra el genocidio sionista y nos negamos a permanecer pasivos ante esta injusticia. Un nuevo ejemplo de esto han sido las oleadas de movilizaciones en solidaridad con el pueblo palestino en universidades de Estados Unidos.

La llama que se ha ido extendiendo por diferentes estados ha surgido de las grandes movilizaciones de los y las estudiantes en el campus de la Universidad de Columbia, en Manhattan, donde cientos de manifestantes han acampado durante semanas exigiendo que la universidad corte todas las relaciones con instituciones académicas de Israel y dejen de financiar entidades y empresas que están haciendo negocios con el Estado sionista y lucrándose del genocidio en Gaza, del apartheid y la ocupación de territorios palestinos.

A estas reivindicaciones se le ha sumado también la readmisión de estudiantes que han sido arrestados y que no se penalice a quienes han estado participando en estas acciones.

La represión está alimentando la protesta. Una semana después de que la dirección de la universidad de Columbia llamase a la policía para desalojar el campamento – sin éxito, ya que los manifestantes volvieron a ocupar el campus – las banderas palestinas han ondeando por las Universidades de toda la geografía estadounidense. Han surgido campamentos en solidaridad con Palestina en el Massachusetts Institute of Technology, el Emerson College, la Universidad de California, Berkeley, la Universidad de Michigan, Harvard, la Universidad de Austin en Texas, el campus de Twin Cities de la Universidad de Minessota, y cada vez más.

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La represión está alimentando la protesta. Una semana después de que la dirección de la universidad de Columbia llamase a la policía para desalojar el campamento – sin éxito – las banderas palestinas han ondeando por las Universidades de todo EEUU. 

El nerviosismo de la Casa Blanca es enorme. No se veía algo así desde el movimiento universitario en contra de la Guerra de Vietnam, y los capitalistas saben qué significa esto. De hecho, solo el 32% de los norteamericanos plantean que EEUU debe apoyar a Israel, y entre los menores de 30 años es incluso menor.

Biden y la Administración Demócrata, así como el Partido Republicano, no están consiguiendo frenar el terremoto que vive Estados Unidos contra el genocidio sionista. El desafío es tal que incluso el asesino mayor Benjamín Netanyahu ha salido a atacar al movimiento estudiantil estadounidense y el presidente del Congreso plantea que hay que llamar a la Guardia Nacional para poner punto y final a las masivas acampadas.

Los estudiantes están siendo los grandes protagonistas de estas movilizaciones históricas pero también el profesorado está jugando un papel muy destacado. Docentes de la Universidad de Columbia participan en los debates de la acampada y también han publicado un manifiesto denunciando a la dirección de la universidad por militarizar el Campus, arrestar a los manifestantes y violar los derechos de los estudiantes.

La represión está siendo dura pero más dura es la voluntad de la comunidad universitaria de seguir luchando. Miles de estudiantes están pensando: nos da igual que llaméis a la policía o al ejército, que tratéis de vulnerar nuestra libertad de expresión y reunión, que prohibáis organizaciones pro-Palestina como ha sucedido en Harvard. Nos da igual todo. Vamos a continuar cueste lo que cueste.

Por supuesto, no están faltando las voces que desde los medios de comunicación tratan de tachar estas protestas de antisemitas. La participación de judíos antiosionistas en todas estas acampadas, tira por el suelo una vez más esta burda falsificación. De hecho, Estados Unidos ha sido gran ejemplo de movilizaciones de la comunidad judía desde el inicio de este brutal genocidio y, durante estas semanas en las movilizaciones y campamentos pro palestinos en las universidades, no ha sido diferente. 

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Este espíritu de rebelión, debe extenderse al movimiento obrero, impulsando paros y acciones en empresas que colaboran con el genocidio, como ya ocurrió en los principales puertos norteamericanos o con los trabajadores de Google. 

No van a poder frenar a la juventud internacionalista en lucha. Es el momento de coordinar las acciones en las distintas universidades y hacer un llamamiento a todos los y las estudiantes, tanto de los Colleges como de los institutos a seguir ocupando a centros, impulsando comités de lucha y extender estas maravillosas iniciativas al conjunto de la comunidad educativa.

Al mismo tiempo, este espíritu de rebelión, desobediencia civil, y acción directa, debe extenderse al movimiento obrero, impulsando paros y acciones en los puertos, instituciones públicas y empresas que colaboran directamente con el genocidio, como ya ocurrió en los principales puertos norteamericanos o como ha ocurrido esta semana con los trabajadores de Google. El movimiento obrero norteamericano es poderoso, tan poderoso que puede poner contra las cuerdas la acción cómplice de Biden y los demócratas y al poderoso lobby sionista responsables directos de garantizar que se mantiene la ofensiva criminal en Gaza.

La acción directa de la juventud y la clase trabajadora estadounidense es lo único que está provocando sudores fríos a Netanyahu y a sus socios sionistas  en la Oficina Oval.

¡Toda nuestra solidaridad con los estudiantes movilizados en Estados Unidos! ¡Basta de criminalizar a las que luchamos!

¡Viva la lucha por la libertad del pueblo palestino! ¡Paremos el genocidio! ¡La lucha internacionalista es el único camino!


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