Las prioridades del presupuesto: el empleo, el gasto social y la inversión productiva

Frente al chantaje capitalista de que los recortes, las rebajas salariales y los despidos son necesarios para salir de la crisis, nosotros dedicamos una gran parte de los recursos a mantener los derechos y a combatir el desempleo. Son ya trece bolsas de trabajo las que existen y están en funcionamiento en el Ayuntamiento bajo el control de los propios trabajadores inscritos en las bolsas organizados en comités de trabajadores. La participación directa de los trabajadores es la única garantía del reparto democrático del trabajo entre los desempleados y una de las claves del aumento de la productividad en las obras y los servicios en estos años.
La municipalización de los servicios públicos, como la limpieza de los colegios y la Ley de Dependencia, también ha jugado un papel fundamental en la apuesta por el empleo y los derechos. La gestión municipal orientada al reparto del empleo y la calidad en el servicio se ha conseguido sin lastrar las cuentas públicas, es decir, con la misma inversión, sólo que ahora lo que antes eran beneficios empresariales se destina a mejorar los salarios de las 40 trabajadoras de la plantilla de atención a la dependencia o en los aproximadamente 50 contratos que se reparten democráticamente en la bolsa de limpieza.
La suma total de fondos en programas y bolsas de empleo se eleva a 1.579.859,77 euros, un 27% de los 5.841.919,25 que componen el total presupuestario, una inversión que permite realizar más de 300 contratos al año.
Hay que señalar que esta ingente apuesta económica se produce después de consignar los créditos suficientes para garantizar las retribuciones íntegras de la plantilla municipal, funcionarios y laborales, incluyendo todos los derechos sociales y laborales del convenio municipal derogado por la reforma laboral (en torno a 1,4 millones de euros) así como las cotizaciones a la Seguridad Social y Hacienda (580.000 euros), obligaciones que esta administración lleva al corriente de pago.
El gasto social y la inversión productiva son los otros dos pilares donde se asienta el presupuesto. En sus partidas correspondientes se contemplan 390.000 euros para mantener un programa anual municipal de actividades y proyectos educativos, culturales, juveniles, festivos, etc., así como parte de estos fondos se destinan a la ayuda a familias más desprotegidas y al movimiento asociativo local, aspecto éste fundamental en el gasto público, articulado en multitud de convenios de colaboración que el Ayuntamiento abona periódicamente aportando la solvencia necesaria para el desarrollo de sus actividades.
La misma voluntad en la defensa del gasto público se expresa, en euros contantes y sonantes, en la apuesta por invertir en proyectos de infraestructuras e instalaciones necesarias para el pueblo. El capítulo de inversiones públicas, en vivienda, construcción de calles y parques, obras hidráulicas, eléctricas, etc., llega casi al millón de euros, un 16,75% del presupuesto. Una inversión que también supone un impulso para el empleo, pues muchos de los proyectos planteados se ejecutan directamente por la administración con mano de obra local.

El presupuesto social, en números. Dinero para los trabajadores y las familias

Las cantidades que hemos venido desglosando en materia de empleo, gasto social e inversiones, determinan el carácter social de la política económica en Villaverde del Río. La suma de estos conceptos supone 2.948.680,88 euros, la mitad del presupuesto. La política es economía concentrada. De nada sirve declarar la oposición a los recortes y la defensa de políticas a favor de los parados, en vivienda social, educación, etc. cuando no se dedican recursos para ello. Defender en la práctica los derechos y los servicios públicos no es otra cosa que dedicar la mayor parte del dinero público a financiarlos en condiciones dignas y suficientes. Precisamente, las posiciones políticas y la coherencia en esas posiciones se expresan muy claramente en las prioridades presupuestarias.
Los datos son aún más concluyentes si los comparamos con lo que se dedica al pago de los intereses bancarios del presupuesto de Villaverde, que representan un 2,88%, muy por debajo de la fortuna (37.000 millones de euros) que los Presupuestos Generales del Estado entregan a los bancos, algo que también da una idea bastante exacta de las preferencias en el gasto del gobierno del PP, o de la Junta de Andalucía, donde las obligaciones de deuda se elevan a más del 11%. Lo cierto es que estos datos son más que estadística. Los enormes capitales que el Estado y comunidad autónoma desembolsan para atender los pagos de la deuda significan para los trabajadores y las familias recortes salariales, sociales, en educación y sanidad.
Los datos reales del presupuesto y de la política económica del Ayuntamiento de Villaverde del Río siguen afirmando con la misma contundencia: ¡Sí se puede! Se pueden mantener los derechos sociales y laborales de los trabajadores y sus familias. Se puede destinar la mayor parte de los recursos al gasto social. Se puede luchar contra los recortes del gobierno y de otras administraciones de la única forma coherente: ¡no aplicándolos! Y también se puede hacer recaer el peso de la crisis sobre sus culpables. Y si no que se lo pregunten a los bancos que tienen sede en Villaverde a los que hemos impuesto una tasa de 10.000 euros por cada cajero automático situado en la calle. La mayor tasa en todo el estado.

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