Los jóvenes y los trabajadores hemos respondido masivamente a todos estos ataques. (…) Desde el 15-M hasta las Mareas Verde y Blanca, pasando por la Plataforma contra los Desahucios, las huelgas generales contra las reformas laborales, las luchas obreras en defensa del empleo y los salarios o los levantamientos vecinales como los del barrio de Gamonal…, este movimiento ha representado un gran avance en la conciencia de millones, y en no pocas ocasiones ha concluido con victorias destacadas, con la paralización de miles de desahucios, con la derrota de los planes de privatización de la sanidad pública, con la defensa de miles de puestos de trabajo amenazados o evitando la especulación urbanística. En estos años, la consigna ¡Sí se puede! ha demostrado ser algo más que un anhelo: si se lucha con decisión, con unidad y de forma contundente y sostenida, se puede derrotar a la derecha.
Frente a este panorama de movilización y respuesta social, la dirección del PSOE, que tiene una gran responsabilidad en asfaltar el camino para que el PP triunfase en las elecciones de noviembre de 2011, se ha situado al lado del sistema que nos condena. Aceptando la lógica del capitalismo, manteniéndose respetuosos con los responsables de la crisis, pactando con el PP numerosas contrarreformas, se han separado del sentir de millones de trabajadores y jóvenes. Los dirigentes del PSOE viven en otro mundo que no es el nuestro. Buscando pactos de Estado y concediendo continuos balones de oxígeno al PP, sosteniendo a la derecha para que agote esta legislatura de pesadilla, están dinamitando su escasa y mermada credibilidad política.
Desde el Sindicato de Estudiantes consideramos necesario, tal y como demuestra la experiencia de los últimos años, que todos los que luchamos por una alternativa auténticamente de izquierdas, que no aceptamos la injusticia y la lógica del capitalismo, confluyamos y unamos nuestras fuerzas.
El Sindicato de Estudiantes ha contribuido mucho a la rebelión social en defensa de la enseñanza pública y los derechos de la juventud trabajadora. Y ahora queremos aportar todo lo posible en este proceso de unidad de la izquierda. Entendemos que las próximas elecciones europeas son una buena oportunidad para agrupar a los movimientos sociales en torno a un programa unitario de lucha contra los recortes y contra la crisis capitalista. Y ese programa converge, en muchos puntos, con el que proponen los compañeros de Izquierda Unida. Una organización que, a diferencia de otras, sí ha estado a nuestro lado en las movilizaciones en defensa de la enseñanza y la sanidad públicas, contra los desahucios, defendiendo los derechos democráticos o contra la ley del aborto; que ha pedido activamente la dimisión del Gobierno del PP y que ha denunciado la farsa de la oposición de terciopelo que practica el PSOE.
Entendemos que, en este momento, Izquierda Unida es la organización que mejor puede defender los intereses de la mayoría social. Por eso hacemos un llamamiento a los estudiantes y a la juventud trabajadora a votar y apoyar a IU en las próximas elecciones europeas.
Somos conscientes de que en Izquierda Unida también hay fallas, carencias políticas e incoherencias. Como Sindicato de Estudiantes estamos en contra de los recortes, vengan de donde vengan. Por ese motivo reclamamos a los compañeros de Izquierda Unida que no avalen políticas de recortes o austeridad como las que se están llevando a cabo por el Gobierno de la Junta de Andalucía, y que rompan sus compromisos con el PSOE por aplicar una política lesiva a la mayoría. Lo mismo pensamos en otros casos en los que se otorga apoyo, aunque sea indirectamente, a gobiernos de la derecha como ocurre en Extremadura. También consideramos que IU debe ser mucho más beligerante contra la política de pactos sociales practicada por las cúpulas de CCOO y UGT, y defender activamente un sindicalismo combativo, de clase y democrático.
Desde el Sindicato de Estudiantes llamamos a participar y transformar Izquierda Unida en una fuerza de masas, revolucionaria y al servicio de la mayoría oprimida. Una Izquierda Unida que defienda la nacionalización de la banca y los grandes monopolios (eléctricas, transporte, telecomunicaciones, constructoras, etc.) bajo el control democrático de la población para planificar la economía en beneficio de las personas, manteniendo la sanidad y la educación públicas, la defensa de los empleos, aumentando los salarios, acabando con la lacra del paro. Que luche por aumentar y extender las libertades y derechos democráticos. Que su práctica cotidiana en parlamentos y ayuntamientos sea un parapeto contra los recortes y las políticas de austeridad. Que sus representantes estén al servicio del pueblo y de la lucha social, que vivan con el salario de un trabajador, y que sean completamente hostiles a las prácticas corruptas y clientelares de las organizaciones que sirven al sistema. Una Izquierda Unida que plantee abiertamente y sin complejos que, si queremos lograr una sociedad justa, libre de toda opresión y realmente democrática, debemos romper con el capitalismo y construir el socialismo.