El Militante.— ¿Por qué has decidido presentarte a las elecciones municipales?
José Mª Gil.— Durante los últimos años, los trabajadores hemos sufrido una batería de ataques por parte del PP y también del PSOE, que hace tiempo abandonó a su base social. Para revertir esta situación hay que echar al bipartidismo de las instituciones. En Castilla-La Mancha con la llegada de Cospedal se desató una auténtica guerra contra la clase trabajadora y la juventud. Las medidas que tomó supusieron el despido de miles de empleados públicos. Intentó dejar sin urgencias a los habitantes de las zonas rurales, cerró colegios, quitó transporte escolar, gratuidad a los libros de texto, ayudas a la dependencia, etc.
La política del alcalde de Guadalajara, Antonio Román, también del PP, ha ido exactamente en la misma línea. Ante esta situación es necesario que los desposeídos, los jóvenes, los trabajadores y los parados demos un paso adelante para acabar con la política en beneficio de los grandes capitalistas. Por eso decidí dar el paso de presentarme a las primarias de Ahora Guadalajara y utilizar el ayuntamiento para  hacer una política en beneficio de las familias trabajadoras y no como siempre, para los poderosos.
EM.— ¿Cómo se ha conformado Ahora Guadalajara?
JMG.— Llevamos trabajando desde junio pasado en un proyecto de convergencia inspirados por lo que ocurrió en Barcelona con Ada Colau. En las asambleas están participando afiliados de Izquierda Unida, Equo, Más de un Ciudadano, Podemos, de la PAH, de la Asamblea Docente, del Sindicato de Estudiantes, de asociaciones culturales como los Amigos del Moderno, etc. Todas las organizaciones de la izquierda que llevamos cuatro años luchando contra los ataques de la derecha. En este proceso de asambleas, con el objetivo final de alcanzar una convergencia para echar a la derecha, se redactó un código ético para acabar con los privilegios de los concejales del ayuntamiento, un manifiesto para buscar el apoyo del conjunto de los ciudadanos y ahora estamos trabajando un programa colaborativo. Al principio, el método que se siguió para conformar las listas fue la negociación de una candidatura plural, técnica, capaz de gestionar el ayuntamiento. Esto hubiera supuesto que la asamblea perdiera el control sobre los futuros concejales y finalmente la asamblea dejó claro que la candidatura no se podía negociar arriba en los despachos, que no queríamos que la impusieran los aparatos de los partidos y que fuera un rollo precocinado entre las direcciones de los partidos que participan en Ahora Guadalajara. La asamblea finalmente decidió que se hicieran primarias, a las que podía presentarse quien quisiera. Así, la lista la han elegido los propios simpatizantes de Ahora Guadalajara.
EM.— ¿Qué programa defiende Ahora Guadalajara?
JMG.— El objetivo de Ahora Guadalajara es echar a los que hacen una política en beneficio de los ricos y los poderosos, para hacer una política en beneficio de la mayoría de la población. Para eso hay que cambiar todo lo que han hecho hasta ahora en todos los sentidos. En el ayuntamiento de Guadalajara tenemos autoritarismo, con una ordenanza municipal que limita el reparto de propaganda en la vía pública; privatizaciones para beneficiar a unos pocos, como ocurrió en su día con el agua; recortes de todo tipo: sociales, en libertades; la subida de impuestos, el IBI, el agua, etc. Han cambiado derechos sociales por caridad. Además, todas las medidas que toman supuestamente contra el paro las transforman en un trasvase de dinero público a las empresas y bancos y, además, se han demostrado ineficaces totalmente. Medidas enfocadas al emprendimiento, talleres de empleo, Guadalajara becas jóvenes, Programa Empresa Empleo. Todas las medidas las basan en subvenciones y desgravaciones. En definitiva, defienden a sus amigos, a los de su clase, a los capitalistas. Ya es hora de que la voz de los trabajadores tome un protagonismo decisivo en la política municipal.
Para ello es necesario que el ayuntamiento, en este momento de emergencia social, destine todos sus recursos a defender a los más desfavorecidos, organizando de forma ambiciosa planes de empleo públicos masivos contra el paro y la exclusión social, en los que participen en la organización de los mismos los propios demandantes de empleo. También hay que fomentar todo tipo de servicios sociales. No podemos permitir ni un sólo desahucio más en nuestra ciudad, para ello hay que imponer impuestos sobre los pisos vacíos de los bancos, para obligarlos a que los pongan en alquiler social. El ayuntamiento se negará a colaborar y a poner ningún medio para los desahucios. En definitiva, de lo que se trata es de salvar a las familias trabajadoras y no a la banca como hace el PP.

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