El Mitin internacionalista organizado el pasado 19 de julio por Izquierda Revolucionaria y el Comité por una Internacional de los Trabajadores (CIT/CWI) fue todo un éxito. Más de 600 trabajadores, jóvenes, militantes y activistas de nuestras organizaciones y de la izquierda, abarrotamos la sala central de las Cotxeres de Sants para disfrutar de un ambiente eléctrico y escuchar las intervenciones de los oradores en defensa de la Revolución de Octubre y del marxismo revolucionario e internacionalista.

Los compañeros y compañeras que tomaron la palabra fueron, por orden de intervención: Borja Latorre, miembro de Esquerra Revolucionària (Catalunya); Ana García, secretaria general del Sindicato de Estudiantes; Paul Murphy, diputado marxista por el Socialist Party (Ireland) en el Parlamento de Dublín; Juan Ignacio Ramos, secretario general de IR; Peter Taaffe, fundador de Militant, la mayor organización revolucionaria de Gran Bretaña en los años ochenta, y actual secretario general del Socialist Party (England & Wales), y Kshama Sawant, concejala marxista en Seattle (EEUU), dirigente de Socialist Alternative y una de las voces más importante de la izquierda norteamericana en estos momentos. A lo largo de dos horas los ponentes hicieron un amplio recorrido desde la Revolución de Octubre a los principales acontecimientos de la lucha de clases en la actualidad.

En defensa del bolchevismo

En todos los discursos se subrayó la idea de que el triunfo de la Revolución inspiró a los trabajadores y la juventud y llenó de esperanzas a la humanidad. Por primera vez la idea del socialismo abandonó el terreno de la teoría para transformarse en una obra práctica. Y esa revolución fue la más democrática, participativa y generosa que ha conocido la historia. No obstante, la Rusia soviética quedó aislada por la traición de la socialdemocracia a los procesos revolucionarios que estallaron en Alemania y muchos otros países, y sufrió la intervención militar de las potencias occidentales. Estas condiciones adversas, que a su vez alentaron el colapso de la economía, dificultaron de manera objetiva la transición al socialismo y fueron el caldo de cultivo para el desarrollo de la burocracia y la degeneración posterior de la revolución.

Como señalaron los compañeros en sus intervenciones, la burocracia, que destruyó la democracia obrera para imponer su Estado autoritario, que abandonó el internacionalismo proletario por la teoría antimarxista del socialismo en un solo país, y que aplastó, encarceló y asesinó a la vieja guardia leninista para consolidar su poder… esa burocracia, se convirtió en la nueva clase capitalista en el periodo del colapso de la URSS y de los regímenes estalinistas de Este.

¡Necesitamos otra revolución, necesitamos socialismo!

Los marxistas resistimos la furiosa campaña contra las ideas del socialismo que siguió a la restauración del capitalismo en esos países. Sabíamos que una nueva crisis de gran envergadura barrería muchas de las ilusiones en el capitalismo y, como se explicó en el Mitin, hoy la realidad que vivimos es muy diferente. El equilibrio interno del sistema ha sido hecho añicos: el desempleo de masas, la desigualdad, las guerras con sus millones de muertos y refugiados, la catástrofe ecológica…, se extienden como la peste. A su vez la crisis ha acelerado todos los procesos y ha impulsado, en todos los continentes, un auge de la lucha de clases desconocido en cuarenta años.

La conciencia de millones de trabajadores y, especialmente de la juventud, ha avanzado con fuerza, en paralelo a la polarización social. Y precisamente cuando la lucha de clases adquiere mayor virulencia, no sólo es necesario intervenir de manera enérgica en el movimiento real de los trabajadores y la juventud, sino también hacerlo defendiendo una política socialista consecuente.

La bandera de Octubre es para nosotros una guía para la acción. La tarea central de la época actual es la construcción de partidos revolucionarios de masas en todo el mundo, a través de una intervención paciente en la lucha de clases y en todos los nuevos fenómenos políticos que surgen como consecuencia de la crisis del sistema y de la socialdemocracia.

El acto finalizó pasadas las 9 de la noche con el canto entusiasta de La Internacional en numerosos idiomas, y pintó la clausura de un color nítidamente rojo e internacionalista.

Marxismo Hoy
Este artículo ha sido publicado en la revista Marxismo Hoy número 24. Puedes acceder aquí a todo el contenido de esta revista.

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