Entrevista a Manu Vidal, delegado de CGT despedido de EMTE-Service (Tarragona)
 El pasado 27 de septiembre, dos días antes de la huelga general, la  empresa Emte Service despidió a Manu Vidal, delegado sindical de la CGT. La persecución contra Manu y sus compañeros no es nueva. Ahora se está  realizando una amplia campaña de solidaridad en Tarragona y para el día 2 de diciembre se ha convocado una concentración para exigir su  readmisión.
El Militante.- ¿Cuáles son los motivos que aduce la empresa para despedirte? 
 Manu Vidal.- La empresa dice que me despide por causas  objetivas, tras haber perdido un contrato con el Servei Catalá de Salut,  pero la verdad es que ésta es una  mala excusa. Ellos saben que mi  puesto de trabajo no estaba en los centros del Servei Català de Salut y  que el motivo real de este despido es la lucha llevada a cabo como  delegado de CGT en el día a día de la empresa, reclamando el  cumplimiento del convenio, exigiendo respeto a la normativa de higiene y  salud laboral, denunciando recortes de personal, y organizando a los  trabajadores para defender nuestros derechos de forma colectiva.
 La empresa, tras la reforma laboral aprobada por el gobierno, se ha  sentido fuerte para intentar colar mi despido y enviar un mensaje al  conjunto de los trabajadores: "esto es lo que le hacemos a los que  luchan, así que agachad la cabeza y tragad".  De todas formas, este  ataque de la empresa no es ninguna novedad. Hace dos años, tras convocar  una huelga en la empresa contra el despido de un compañero con un hijo  con cáncer y por el cumplimiento del convenio, la dirección de Emte  lanzó un plan brutal para callar nuestra voz de una vez y para siempre:  despidió al compañero Carrillo y nos sancionó duramente a Isma y a mí,  suspendiéndonos de empleo y sueldo durante un periodo largo. Sin  embargo, no dejamos de luchar y conseguimos derrotar a la empresa:  logramos la readmisión de Carrillo y la retirada de todas las sanciones.  Sabíamos que la empresa iba a continuar su ofensiva. De hecho, tras la  readmisión de Carrillo, el responsable de la empresa me llamó y me dijo:  "aún no sabes cómo nos las gastamos en esta empresa", a lo que  contesté: "hemos conseguido esta victoria luchando, y seguiremos  luchando mientras la voz nos lo permita". Somos y queremos ser  trabajadores, no esclavos. La empresa ha cumplido su amenaza, pero  nosotros también cumplimos con lo que pensamos. Mi despido no puede ser  el ejemplo de una victoria empresarial, tiene que ser el ejemplo de una  victoria obrera que sirva de referencia para todas las empresas.
 EM.- ¿Qué habéis hecho hasta ahora para hacer frente al despido y cuál es el plan de lucha que tenéis? 
 MV.- Lo primero que hicimos, con la ayuda del sindicato, fue  convocar una rueda de prensa para el día siguiente al despido. El 28 de  septiembre por la mañana se reunieron los secretarios generales de la  provincia de Tarragona de CGT, UGT y CCOO para planificar la huelga  general del 29-S. En esa reunión el secretario general de CGT de  Tarragona, informó sobre la rueda de prensa que iba a tener lugar esa  misma mañana. El  responsable de CCOO no pudo venir, pero el de la UGT,  Jordi Salvador, sí que vino a mostrarnos su apoyo, lo que fue de gran  ayuda. También hemos difundido más de 3.000 hojas y 300 carteles  explicando lo ocurrido e iniciado una campaña de resoluciones contra el  despido. Con esta campaña estamos haciendo eco en todas las  organizaciones obreras y empresas para que todos los compañeros  participen en la lucha. 
 Asimismo hemos realizado una asamblea  para buscar apoyo entre los  compañeros de la petroquímica, que se celebró el 7 de octubre delante de  la Basf. Allí formamos un comité de apoyo a nuestra lucha, se  recogieron firmas, y se distribuyeron tareas entre los compañeros que  querían ayudar. La asamblea fue muy productiva. Asistieron unas 40  personas y se sacaron casi 80 euros en una colecta para financiar la  campaña. El ambiente fue muy positivo y esperanzador.
 Desde CGT se está haciendo una campaña de firmas por todo el Estado.  Vamos a seguir con la campaña de firmas para que la empresa, la  Generalitat y el ayuntamiento de Tarragona reciban una presión social  amplia de la opinión pública, porque es inaceptable que empresas como  Emte, contratadas habitualmente por la administración, no respeten  derechos laborales y sindicales básicos. Un ayuntamiento y una  Generalitat que se dicen de izquierdas deben velar por esos derechos y  exigir a la empresa mi readmisión.
 Como objetivo más cercano, desde la sección sindical de CGT en Emte  estamos impulsando la convocatoria de una concentración contra el  despido para el 2 de diciembre, a las 19 horas, frente a la Sede de la  patronal, en la Rambla de Tarragona. Aparte de todo esto, no hemos  dejado de lado la vía judicial ya que pensamos utilizar todos los medios  que estén a nuestra disposición para ganar esta lucha.
 EM.- Tu despido está unido a una ofensiva enorme contra los  derechos de los trabajadores en toda Europa. ¿Qué opinión tienes de las  movilizaciones que se están dando en Francia y otros países? 
 MV.- Claro que sí, es un ataque más por parte del capital a  nuestras conquistas. Los ataques son cada vez más virulentos debido a  que cada vez más los gobiernos de los países europeos se comportan como  gestores de los intereses de la burguesía mundial, y lo hacen de forma  descarada. Nosotros los trabajadores somos perfectamente conscientes de  que el "supuesto" estado de bienestar, es ahora de muy malestar y vamos  directos al infierno. 
 Nos estamos concienciando cada vez más de que la lucha va a ser  inevitable, incluso lo están empezando a ver muchos de aquellos  sindicalistas defensores de la negociación, del compromiso entre las  clases y la política del mal menor, de un "sindicalismo responsable",  tal y como algunos lo llamaban y que se ha ido llevando  a cabo hasta  ahora. 
 Ahora tenemos que defender la unidad de acción contra todos los ataques.  El capital ve nuestras conquistas como un pastel muy suculento, sobre  todo ahora que han  menguado los suculentos beneficios generados por la  especulación, y para compensarlo aumentan aún más la explotación de la  clase obrera. Debemos luchar igual que lo están haciendo los  trabajadores franceses. Creo que todos los trabajadores europeos estamos  pendientes del desarrollo de esta lucha al igual que pasó cuando  estaban luchando los compañeros griegos. Hay una gran esperanza en que  ganen. Esto, a parte de darnos un poco de aire fresco, nos armará de  valor para hacer frente a lo que nos viene encima. La clase obrera  europea debe hacer un frente conjunto para ganar la guerra que, ya hace  tiempo, nos ha declarado el capital.






 
 





 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                
 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                
 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                
 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                 
  
                


