En las últimas semanas del curso, en plenos exámenes y a espaldas de los estudiantes y trabajadores de la enseñanza, el rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Carlos Andradas, anunciaba un nuevo plan para destruir por completo la universidad pública más grande de todo el Estado, con más de 80.000 estudiantes. Su plan maestro consiste en desmantelar la UCM eliminando el 60% de los departamentos, que pasarán de 185 a 72. Las primeras víctimas son las facultades de Enfermería, Odontología, Estadística, Comercio y Turismo, Óptica, Geológicas, Filosofía, Trabajo Social y Documentación, que serán suprimidas de un plumazo si este plan se aprueba a principios del próximo curso, tal y como se pretende desde el rectorado.

El rector Andradas se entrega al PP y a su política de recortes

Después de que se conociera esta noticia, el rector Andradas seguía justificando los recortes, por increíble que parezca, como una forma de mejorar la eficiencia y democratizar la universidad. Estas palabras tienen poco o ningún crédito, y el mensaje ha sido comprendido a la perfección por estudiantes, profesores, PDI y PAS: despidos masivos, masificación, pérdida de calidad en nuestra educación y que los intereses privados de unas cuantas empresas sean los que dirijan, más aún, la universidad pública.

Este plan sigue la misma línea del aprobado hace tan sólo unos meses, y a través del cual la Complutense era entregada a las empresas privadas a las que se concedía la capacidad de decidir sobre becas, contratación de profesores, elección de los grados a impartir, planes de estudio, apropiación de patentes en proyectos de investigación…, entre muchas otras cosas. Esto parece ser lo que el rector entiende como “democrático”: que las empresas privadas decidan sobre la universidad pública, por encima de estudiantes y trabajadores.

El señor Andradas se postuló como candidato a rector haciendo gala de una enérgica defensa de la universidad pública, pero lo cierto es que no ha tardado ni cinco minutos en entregarse por completo al PP, aceptando la lógica perversa de que los recortes son inevitables. Pero no es verdad que no haya dinero y no es verdad que esta reforma busque una mejor gestión de la universidad. ¡Claro que hay dinero! Lo que pasa es que en estos años se han robado los recursos a la educación pública y se han regalado en amnistías fiscales y en rescatar a la banca privada, pero ese dinero se puede recuperar inmediatamente si hay voluntad política.

Este ataque a la UCM no es un hecho aislado. Es el plan que se intentará trasladar al resto de universidades públicas de Madrid y del resto del Estado hasta convertirlas en un coto privado para las élites, como ocurría en los años 50. Al mismo tiempo que se negocian estos sucios planes para privatizar la universidad, el conjunto de la educación pública sigue bajo ataque y la Comunidad de Madrid es un destacado ejemplo de ello. En las últimas semanas del curso, la presidenta de la CAM, Cristina Cifuentes, ha puesto en marcha un brutal plan de cierre de ciclos formativos de FP y de fusión de centros públicos en toda la Comunidad de Madrid que busca la derivación de estudiantes a la escuela privada concertada. A finales de junio se anunciaba que son casi 19.000 los estudiantes que han solicitado plaza en la pública y no la tienen. La estrategia del PP es cerrar centros públicos y seguir engordando el negocio de los empresarios de la privada concertada, en su mayor parte en manos de la iglesia católica. ¡Bajo ningún concepto vamos a permitir que se lleven a cabo estos planes!

Huelga general en Madrid: 18, 19 y 20 de octubre. ¡Todos a la lucha para frenar los ataques!

Desde el Sindicato de Estudiantes denunciamos que esta situación es completamente insostenible y llamamos a la rebelión de la juventud en defensa de nuestro derecho a la educación. Exigimos que se tomen de inmediato las siguientes medidas:

• Derogación completa del plan de venta de la UCM a la empresa privada (texto aprobado por el Consejo de Gobierno de la UCM y publicado en el Boletín Oficial de la Universidad el 12 de enero de 2016).

• Retirada inmediata del plan de reestructuración y cierre de facultades de la UCM elaborado por el rector Andradas.

• Devolución de los 981 millones de euros que se han recortado a las universidades públicas madrileñas desde 2011.

• Plan de inversión de emergencia en becas, infraestructuras, contratación de profesorado…, para garantizar la calidad de las universidad públicas y que ningún estudiante sea expulsado de la universidad por no tener dinero.

• Tasas universitarias gratuitas para todos los estudiantes de familias de cuatro miembros con ingresos inferiores a 2.500 euros mensuales.

• Negociación con estudiantes, profesores, PAS y PDI para la elaboración de un plan general para la recuperación de la universidad pública.

Para conseguir estas demandas proponemos comenzar el curso con una gran huelga general que aglutine no sólo a los estudiantes de la Universidad Complutense sino a todas las universidades públicas madrileñas que también sufren los recortes y que serán las siguientes en sufrir el cierre de facultades y los despidos masivos. Llamamos también a los estudiantes de FP que están sufriendo de forma especial los efectos de los recortes, exactamente igual que al conjunto de estudiantes de ESO y Bachillerato. Emplazamos a los dirigentes de los sindicatos del profesorado y el resto de trabajadores de la enseñanza a salir con nosotros a la huelga contra los despidos y la degradación de las condiciones laborales, en defensa de una educación pública digna y de calidad.

Es urgente comenzar el curso luchando con todas nuestras fuerzas, con asambleas masivas para organizar comités de huelga, ocupaciones de facultades e institutos, concentraciones, etc. que confluyan en una gran huelga general educativa en toda la CAM, que proponemos para los días 18, 19 y 20 de octubre.

El nuevo gobierno estatal tratará de convencernos de que sus resultados electorales les legitiman para mantener sus contrarreformas y para tomar todo tipo de medidas de recortes en la educación pública. Pero que no se lleven a engaño. Cerrar nuestras facultades e institutos no es legítimo. Como tampoco lo es impedir que jóvenes de barrios obreros puedan estudiar, o que haya decenas de miles de niños sin plazas públicas, que cierren nuestras facultades e institutos, que existan personas con carencias alimentarias por la falta de comedores escolares y ayudas a sus familias, que el Estado español se haya convertido en el tercero de Europa (solo detrás de Rumanía y Bulgaria) en pobreza infantil por las políticas de recortes del PP. ¡De ninguna manera!

Desde el Sindicato de Estudiantes entendemos que no podemos dar tregua a quienes no han hecho más que atacarnos en estos últimos años intentado arrebatarnos todo, incluido lo más básico. No vamos a permitir que contrarreformas franquistas como la LOMCE, el 3+2, la subida de tasas o el cierre de centros continúen. No podemos dejar que nos arrebaten nuestro derecho a la educación a los que provenimos de familias trabajadoras. Por eso, lo decimos alto y claro: si este nuevo gobierno sigue la misma senda nos tendrá enfrente, en la calle y luchando.

¡Derogación de la LOMCE, el 3+2 y reversión de todos los recortes y despidos ya!

¡La lucha sirve, la lucha sigue!

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