La primera huelga general estatal* de toda la comunidad educativa (desde la educación infantil a la universitaria) en toda la historia reciente, celebrada el 22 de mayo, ha sido un éxito tremendo. Los índices de paro entre el profesorado superaron el 80%, una nueva demostración de que existen muchas ganas de luchar y un rechazo masivo a unos ataques que no tienen precedentes en los últimos 35 años: recorte presupuestario de más de 3.000 millones de euros, reducción salvaje de la oferta educativa de bachilleratos y FP, incremento de las ratios de alumnos por clases, despido de entre 50.000 y 70.000 profesores interinos, subida de las tasas universitarias un 50% y en comunidades como Catalunya imposición de tasas en la FP, etc. La jornada culminó en manifestaciones multitudinarias, con centenares de miles de jóvenes, padres, profesores y familias trabajadoras enteras inundando las principales avenidas.

Los estudiantes han jugado un papel protagonista en la huelga y en las manifestaciones. De hecho, el paro de los estudiantes de secundaria y universidad estuvo incluso por encima de las impresionantes cifras del profesorado, dejando las aulas de los institutos y las facultades completamente desiertas. Durante las semanas previas, desde el Sindicato de Estudiantes repartimos miles de hojas llamando a la movilización de la juventud a lo largo y ancho de todo el estado, percibiendo ya en ese momento el fuerte impacto que tendría la movilización educativa.
Las manifestaciones más multitudinarias que se dieron el día 22 de mayo fueron las de Barcelona y Madrid con más de 150.000 asistentes en cada una de ellas, pero hubo muchas otras destacadas como por ejemplo la de Sevilla, con más de 70.000 personas, la de Málaga con más de 30.000 participantes y que paralizó el centro de la ciudad durante varias horas; la de Valencia con otros 60.000 o la de Oviedo, con 30.000.

Un curso entero de movilización de la juventud

Desde que se iniciara el curso en septiembre de 2011 los jóvenes y los profesores no hemos dejado de estar movilizados contra todos los ataques y recortes que los diferentes gobiernos autonómicos de la derecha han venido llevando adelante en este tiempo. De esta forma el curso se iniciaba con el nacimiento de la Marea Verde en Madrid, miles de profesores, madres, padres y estudiantes participando activamente en las movilizaciones en defensa de la escuela pública. Entre los meses de septiembre y diciembre los sindicatos de profesores convocaron 8 huelgas en la educación secundaria madrileña, respaldadas por el Sindicato de Estudiantes que, además convocó otras dos jornadas de lucha estudiantil. Estas movilizaciones han tenido una gran importancia para unir a los profesores, madres y padres y estudiantes en un solo movimiento, tanto a escala general como en cada uno de los centros.
Ya en el mes de octubre desde el Sindicato de Estudiantes señalamos que el ataque en Madrid era el mismo que en Galicia, Castilla-La Mancha, Navarra o Catalunya, además de ser un anticipo de lo que sucedería a nivel estatal con la llegada al gobierno del Partido Popular. Por eso convocamos el día 6 de octubre una jornada de huelga estatal en secundaria que fue un verdadero éxito, con decenas de miles de jóvenes en las calles para exigir la retirada de todos los ataques habidos hasta el momento.
Tras el corte de las vacaciones de fin de año el Sindicato de Estudiantes convocó en el País Valenciano para el día 16 de febrero una huelga estudiantil contra los cortes de luz, calefacción y falta de materiales básicos que en más de 65 centros de estudio públicos se estaban produciendo de manera sistemática. La multitudinaria manifestación, con más de 20.000 estudiantes de secundaria en las calles de Valencia, fue precedida el día anterior por una represión feroz contra los estudiantes del IES Lluís Vives, que protestaban pacíficamente contra el abandono que estaba sufriendo la educación pública en su conjunto.
Ante la brutalidad policial ejercida durante varios días contra jóvenes de entre 14 y 18 años que defendían una escuela pública de calidad lanzamos una jornada de lucha estatal en todo el estado en solidaridad con nuestros compañeros valencianos y contra los recortes, que ya se habían generalizado de una manera más evidente. Nuevamente esta fecha sirvió para que más de 100.000 estudiantes en todo el estado salieran a la calle, con un gran impacto social. 
Pocos días después de esta impresionante movilización, se anunció por fin la convocatoria de huelga general por parte de CCOO y UGT para el 29 de marzo, algo que desde el Sindicato de Estudiantes recibimos con gran entusiasmo, pues los ataques en educación son parte de una ofensiva más general y era importante demostrar el contundente rechazo de todos los trabajadores a los planes del PP y unificar las luchas que se estaban produciendo en diferentes sectores. Hicimos el mayor de los esfuerzos para contribuir de la mejor manera posible al éxito de la jornada de huelga general, repartiendo  más de 150.000 hojas en unos 500 institutos y facultades de todo el estado, además de realizar más de 150 asambleas con la participación de miles de jóvenes.
En vez de rectificar con la reforma laboral, el PP anunció los ataques más graves a la educación y sanidad pública desde la caída de la dictadura franquista, que mencionamos al principio del artículo. Por eso desde el Sindicato de Estudiantes inmediatamente planteamos a las direcciones de CCOO y UGT la necesidad de convocar una huelga general de toda la comunidad educativa lo antes posible, y les propusimos que fuera el día 10 de mayo. Aunque en esta primera fecha no se pudo concretar la huelga, convertimos este día en una jornada de lucha estudiantil en todo el Estado en defensa de la educación pública, algo que fue apoyado por las dos centrales sindicales y por la CEAPA. En Galicia la jornada recibió un gran impulso por parte de la CIG. Para ese día organizamos manifestaciones y concentraciones en más de 30 localidades llamando a la organización y la participación de las próximas citas de movilizaciones que ya se habían anunciado y que tratamos de difundir lo más ampliamente posible: el aniversario del 15-M el 12 de mayo, que volvió a sacar a millones de personas a la calle y la huelga general de toda la comunidad educativa el 22-M.

Hay fuerza para frenar los ataques

El plante de rectores el miércoles 23 de mayo al ministro Wert, que ha tenido una actitud extremadamente reaccionaria y arrogante hacia toda la comunidad educativa, se produjo bajo el influjo de la huelga general y es sólo un reflejo del enorme impacto y presión de la movilización. El ambiente social y en las universidades contra los recortes es tan generalizado que los rectores no han querido hacerse la foto con el ministro, a pesar de que algunos son afines al PP.
Todas estas movilizaciones más que multitudinarias en las que profesores, padres, estudiantes y trabajadores hemos participado de manera activa durante estos meses han servido para debilitar al gobierno, demostrar su falta de apoyo social, deslegitimar su política, demostrar que gobiernan para una ínfima minoría de la sociedad. También ha servido para incrementar la experiencia de millones de profesores, padres y estudiantes y de su organización, y preparar las movilizaciones que deben arrancar desde el  inicio del próximo curso.
La decisión del PP de continuar los ataques a pesar de las multitudinarias movilizaciones no es producto de su fortaleza. Es un gobierno cada vez más aislado y que, más allá de las apariencias que trata de infundir, es sumamente débil. Pero para los capitalistas los recortes en educación tienen una importancia decisiva, es su forma de hacernos pagar la brutal crisis generada por su propio sistema. Es parte del mismo plan de recortes en sanidad, de privatización de empresas públicas, de inyectar ingentes cantidades de dinero público en los bancos, de reforma laboral, de reducir pensiones y los subsidios de desempleo, etc. Eso significa que para poder derrotar al PP y sus planes salvajes contra la educación pública, hay que oponer una resistencia social mucho mayor y se dan claramente las condiciones para ello.
El curso que ahora termina ha sido una etapa de transición hacia otro en el que la movilización tiene que ser todavía más contundente, masiva y organizada. Es el próximo curso cuando todas las medidas de recortes se van a notar más claramente: tasas, falta de profesorado y de medios, estudiantes no admitidos, reducción general de los medios, etc. En este contexto, desde el Sindicato de Estudiantes pensamos que la movilización tiene que producirse desde el inicio del curso, con un plan ascendente que parta del punto más alto alcanzado este curso. La forma más eficaz de ahondar en la presión hacia el gobierno, de fortalecer la organización de la lucha en cada centro y de ganar apoyo social para la causa de una enseñanza pública de calidad es manteniendo la unidad estatal de la lucha, la unidad entre profesores, padres y estudiantes, y la contundencia de la huelga general acompañada de manifestaciones masivas.
Debemos organizarnos más y más, realizando asambleas masivas en los centros de trabajo y estudio, organizando comités de huelga integrados por jóvenes y trabajadores en todos los barrios y preparando una verdadera rebelión social contra la mayor agresión a nuestras condiciones de vida en varias décadas. La lucha educativa puede animar a la lucha general contra los recortes del PP (de hecho, las movilizaciones educativas se están convirtiendo en uno de los frentes de lucha más importantes contra la política antisocial del PP) y viceversa: un plan claro de lucha por parte de los dirigentes de UGT y CCOO contra la batería de medidas antiobreras que el PP está emprendiendo en todos los terrenos anima a la lucha de la comunidad educativa. En este sentido pensamos que los dirigentes de CCOO y UGT deberían convocar y preparar desde ya una huelga general de 48 horas frente a todas las medidas del PP.

¡Organízate para la lucha!
¡Únete al SE!

* Finalmente en Navarra, País Vasco y Baleares los sindicatos no convocaron ese día.

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