Los recortes del PP, como el despido de 32.000 profesores, la subida de tasas a niveles impagables para la mayoría, el cierre de centros públicos, el decreto de becas, etc. han creado una situación insostenible en la enseñanza pública, llevándonos a un inicio de curso completamente desastroso. En este escenario el Sindicato de Estudiantes convocó una huelga general de estudiantes de 72 horas los días 21, 22 y 23 de octubre y volvimos a emplazar a las direcciones de los sindicatos del profesorado —CCOO, UGT, STEs y CGT— y a la CEAPA a que escuchasen el sentir de toda la comunidad educativa y convocasen junto con los estudiantes esa huelga general.
Las últimas victorias con la anulación del TIL en Baleares, fruto de una movilización de meses por parte de la comunidad educativa en Baleares, la dimisión de Gallardón y la retirada de la reforma de la Ley del aborto han vuelto a poner sobre la mesa que la movilización contundente es el único camino posible. Estas victorias demuestran que es posible echar a Wert y todos sus ataques basándonos en la fuerza de la comunidad educativa. Y así ha vuelto a quedar claro.

Los estudiantes vacían las aulas y toman las calles

Las tres jornadas de huelga de octubre, contra la privatización de la FP, el bachillerato y la universidad, contra la supresión de las becas y el intento de sustituirlas por créditos bancarios, y contra la reforma franquista de la enseñanza (LOMCE), han sido un gran éxito. En más de 2.000 institutos y de un centenar de facultades de todos el estado se ha secundado la huelga y se han constituido cientos de comités de lucha. Nuestra iniciativa ha cosechado un enorme apoyo entre nuestras madres, padres y profesores. La huelga ha sido apoyada por colectivos estudiantiles de izquierdas como la Plataforma de Afectados por las Becas (PAB), ha contado con el apoyo activo de la Marea Verde, la Marea Blanca, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), decenas de plataformas en defensa de la escuela pública, por los trabajadores de Coca-Cola en lucha, los bomberos de Madrid, las bedeles despedidas de la URJC, por Podemos, Guanyem Barcelona, CCOO, Izquierda Unida, Equo, y decenas de organizaciones y movimientos sociales.
En las semanas previas hemos desplegado una intensa actividad, interviniendo en centenares de institutos y en decenas de facultades en todo el estado, distribuyendo más de 200.000 panfletos, más de 30.000 carteles, y celebrado más de 300 asambleas, y ganando centenares de nuevos afiliados. El impacto social de la lucha, a pesar del boicot de los medios de comunicación y el trabajo de esquirolaje de la socialdemocracia y de algunos elementos sectarios que han quedado completamente aislados, ha sido tremendo. Las manifestaciones estudiantiles del martes 22 fueron masivas, con decenas de miles de jóvenes tomando las calles: cerca de 40.000 en Madrid, 5.000 en Málaga, 5.000 en Sevilla y miles en el resto de capitales andaluzas. Miles en En Asturias, 1.000 en Gijón y 2.000 en Oviedo, en Valencia más de 1.000 estudiantes. Mención especial merecen los resultados en las nacionalidades históricas: más de 20.000 en Barcelona, miles en Tarragona y en el resto de Catalunya, 15.000 en Bilbo, más de 3.000 en Donosti y 5.000 en Gasteiz; 3.000 en Santiago de Compostela, más de 1.000 en Vigo y más de 3.000 en Coruña. En Aragón, en Extremadura, en Canarias, en Baleares, en Murcia, en La Rioja, en Castilla y León y Castilla-La Mancha se han celebrado manifestaciones y concentraciones numerosas. La fuerza del movimiento en Euskal Herria, Galiza y Catalunya, refleja las tendencias poderosas que existen a favor de la unidad del movimiento juvenil y de los trabajadores por encima de las fronteras, y la importancia de defender una política de independencia de clase e internacionalista.
Las manifestaciones y concentraciones convocadas el jueves 23 por la tarde en Madrid, Valencia, Málaga o Sevilla han vuelto a situar en el mapa a la Marea Verde, destacando la de Madrid con 70.000 estudiantes, padres, profesores y trabajadores, y que pone encima de la mesa las ideas que desde el Sindicato de Estudiantes hemos planteado de forma incansable: la Marea Verde quiere luchar hasta el final, hasta ganar.

No hay excusas para no luchar

Esta huelga y las manifestaciones que le han acompañado han sido también una respuesta inequívoca a quienes planteaban que la gente “ya no quería huelgas” y que no se podía hacer nada hasta las próximas elecciones. Los argumentos de la dirección del PSOE que a través de la dirección de CEAPA o de la UGT trataban de frenar la movilización y presentar una imagen de división en la comunidad educativa han sido respondidos por la vía de los hechos. Los que hemos salido a luchar lo hemos hecho por un motivo: sabemos que a la clase trabajadora nunca se le ha regalado nada. Tampoco el derecho a la educación. Todos los derechos sociales más importantes fueron conquistados a través de la movilización y esa es la clave de todo lo que podamos conseguir ¡Incluido un cambio de gobierno! ¿Qué habría sido de los seis hospitales públicos que iban a ser privatizados en Madrid si se hubiera esperado a las elecciones? Simplemente habrían sido privatizados.
Frente a los intentos de desmovilización, de imponer una atmósfera de paz social artificial, de introducir el veneno del escepticismo y la desmoralización, el movimiento estudiantil, con el SE a la cabeza, ha vuelto a romper con esta estrategia, impulsando la lucha de la Marea Verde.
El del PP es un gobierno completamente corroído, débil y sin apoyo social. Si continuamos la lucha podemos echar atrás los ataques. El único requisito para lograrlo es que la movilización continúe con la máxima contundencia. Desde el Sindicato de Estudiantes decimos alto y claro: volveremos a las calles hasta obligar a Wert a retirar su contrarreforma franquista y su agenda privatizadora de la educación pública, y hasta que dimita de una vez. Y lo tenemos que hacer todos juntos: estudiantes, madres, padres y profesores. Por eso, no puede haber más excusas, más lamentos. Reiteramos la propuesta a CCOO, UGT, STEs, CEAPA, CIG, ELA y LAB de convocar una nueva huelga general de toda la comunidad educativa para acabar con este ministro y frenar todos los ataques contra la educación pública. No hay excusas para no luchar contra un gobierno podrido que se lleva por delante nuestro futuro.

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