El pasado 27 de octubre se produjo un accidente laboral mortal en Michelín Vitoria-Gasteiz, el segundo en la misma fábrica en lo que va de año. El compañero José Manuel murió el 1 de agosto, y ahora Jorge Romero, vecino del barrio de Zaramaga de 39 años, murió en el acto al caerle encima una pieza de más de 5 toneladas. La dirección de la empresa obligó a sus compañeros, absolutamente traumatizados, a que las máquinas siguiesen produciendo junto al compañero caído. Seguramente el padre de Jorge, Manuel, ahora jubilado, que dejó toda su vida en Michelín jamás imaginó que además de su sudor y su esfuerzo, la fábrica también se llevase a su hijo. Hoy todos somos José Manuel y Jorge: su familia, sus compañeros de trabajo y toda la clase trabajadora compartimos ese infinito dolor, el dolor de las víctimas obreras a las que solo nuestra clase recuerda.

La muerte de Jorge el pasado jueves fue cualquier cosa menos accidental. Lo ocurrido no fue producto de la mala suerte. Fue producto de un evidente deterioro de las condiciones laborales, porque es bien sabido que ese deterioro no sólo significa menos salarios o más jornada, también más accidentes.

¡Los accidentes no son fruto de la mala suerte, sino de la avaricia empresarial por acumular beneficios a nuestra costa!

Jorge era un excelente y joven mecánico, que llevaba ocho meses en Ferroser (Ferrovial Servicios) y en ese periodo desarrolló su tarea en la sección de moldes gigantes. Sin recibir la formación necesaria en la labor que se le encomendó, para poder llevar el pan a casa Jorge se veía obligado a jugar a la ruleta rusa y la empresa lo sabía. Ante un aumento de carga de trabajo se le ordenó a él y a otro operario, que nunca había trabajado en esa sección y al que avisaron el lunes, a realizar tareas para las cuales no habían recibido la formación necesaria y ocurrió la tragedia.

El Comité de Ferroser lo había denunciado repetidamente que se estaba OBLIGANDO a trabajar sin haber recibido formación y encima con contratos de inferior categoría a la desempeñada. A Jorge se le mandó hacer unas labores en un puesto para el que es preciso contar al menos con dos años para trabajar con alguna seguridad. Es la segunda muerte en Michelín en tan solo unos meses y también en la fábrica principal el presidente del comité advirtió “que accidentes mortales como aquél se veían venir, que la seguridad en las subcontratas debía ser mayor”.

La falta de formación, los contratos basura, la presión patronal y los altos ritmos productivos son la causa de este goteo constante de obreros muertos en sus puestos de trabajo

El jueves 28 se hizo una huelga de 24 horas en Michelín para denunciar las causas del accidente y el Comité de Ferrovial Servicios-Metal ha planteado una jornada de huelga para el próximo día 15 para toda la planta. Como viene siendo habitual la dirección de Michelín se ha dirigido directamente a sus trabajadores intentando aplacar los ánimos y al mismo tiempo ha impedido a los compañeros de Jorge en Ferroser convocar asambleas en el interior de la fábrica, teniendo que hacerlas en la calle con un frío polar. Ese es su auténtico talante.

El Comité de Ferroser ha pedido su comparecencia y la de los responsables de Michelín y Ferrovial Servicios ante las Juntas Generales de Alava. Después de que la Diputación Foral de Álava concediese en abril de este año la medalla de oro a Michelín Vitoria-Gasteiz, esta iniciativa debe servir para denunciar los recortes y la voracidad patronal en Michelín y Ferroser y en la mayoría de las empresas. Los patrones han visto aumentado su poder extraordinariamente con las reformas laborales del PSOE y del PP y que el PNV aplican contra los intereses de la clase trabajadora. Es imprescindible orientar toda nuestra lucha a la derogación de estas reformas laborales que nos esclavizan y matan.

Para que accidentes así no vuelvan a ocurrir hacen falta medidas radicales, es decir, medidas que vayan a la raíz del problema: la subcontratación y la precariedad. Hay que ser muy ingenuo para pensar que patronal, PP y PNV van a cambiar de política, por muchas lágrimas de cocodrilo que derramen tras los accidentes. Sólo habrá cambios cuando los trabajadores los impongamos.

Por la movilización unitaria y contundente de la clase trabajadora contra los recortes y la austeridad del PP y el PNV

Con la subida al Gobierno de Madrid del PP, el partido de la patronal española, y en Gasteiz del PNV, el partido de la patronal vasca, ya están preparando una nueva avalancha de recortes en las pensiones, una nueva reforma laboral que impida que los trabajadores en lucha como los de Arregui sigamos ganando juicios a las empresas, y recortes adicionales en sanidad y educación.  

El PSOE se abstiene para dar el Gobierno a un PP que nos inflingirá durísimos sacrificios si no les frenamos. EH-Bildu se ofrece a gobernar y colaborar con el PNV como ha denunciado el sindicato ELA. ¿Cómo se puede entender esto?

La situación actual que estamos viviendo en Euskalherria con una brutal precarización de las condiciones laborales, recortes salariales por encima de la media del resto del Estado y accidentes laborales, contrasta absolutamente con que vivamos el período de mayor paz social y menor número de huelgas.

En las elecciones sindicales la clase trabajadora han mostrado su apoyo a ELA y LAB como la primera y la segunda fuerza sindical vascas por su combatividad frente a la política pactista y desmovilizadora de las direcciones de UGT y CCOO. Defendiendo la unidad en la lucha como se ha hecho en sanidad, en educación y ahora en la huelga de limpiezas de Euskadi, es tarea de todas estas organizaciones mostrar la fuerza del movimiento obrero vasco y ponerse a la cabeza de la lucha con energía y determinación como se hizo en el pasado.

En Euskalherria este año han muerto ya 50 trabajadores en accidentes laborales, un obrero muerto cada seis días. En el conjunto del Estado la cifra alcanza 1,7 trabajadores muertos cada día habiéndose disparado este año en un 17% las víctimas por accidentes mortales hasta el mes de septiembre.

El mejor homenaje que le podemos hacer a José Manuel y Jorge es obligar a que se tomen medidas para que nunca jamás se repita otro accidente como estos, que no tenían que haber ocurrido porque fueron totalmente evitables. Desde Izquierda Revolucionaria/ Ezker Iraultzaleia apoyamos la convocatoria de huelga de 24 horas para el 15 de noviembre.

Las organizaciones políticas de izquierda, mayoritarias en el parlamento vasco deben romper su política de pactos con el PNV y llamar a un calendario de movilizaciones contundentes en Gasteiz y en el conjunto de Euskal Herria que deberían unirse a las de todo el Estado para echar abajo los recortes y las reformas laborales, con huelgas generales y manifestaciones multitudinarias en las calles, como está haciendo entre la juventud los compañeros del Sindicato de Estudiantes/Ikasle Sindikatua.

Toda la historia demuestra que sólo hay una fuerza capaz de obligar a las empresas a que respeten a los trabajadores: la fuerza de los propios trabajadores cuando estamos organizados y luchamos. Nadie nos regaló nunca nada, todo lo que conquistamos fue producto de nuestra organización y nuestra lucha sindical y política.

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