Desde que empezó la crisis capitalista los gobiernos que se pliegan a la lógica del sistema, ya sean del PSOE o del PP, han aprobado reformas laborales brutales que han precarizado millones de empleos y hecho caer en picado los salarios. Estas medidas han proporcionado a las grandes empresas una mano de obra cada vez más barata, dando lugar a una nueva generación de trabajadores pobres. En 2017 se firmaron más de 19 millones de contratos temporales, de los que más de la mitad eran inferiores a una semana de duración, y más de 10 millones de trabajadores cobran hoy por debajo de los 800 euros mensuales. Al mismo tiempo, la patronal y el Ibex35 obtienen beneficios record y siguen exigiendo nuevos sacrificios y recortes.

Abajo el gobierno del PP

El gobierno del PP tiene la desfachatez de hablarnos día sí y día también sobre la recuperación económica. Una recuperación completamente ajena a los millones que sobrevivimos día a día con salarios de miseria, que encadenamos contratos y empleos precarios, que no podemos planificar nuestra vida personal y familiar al carecer de horarios, y que no podemos caer enfermos si queremos llegar a fin de mes. A los políticos corruptos del PP, a la nueva derecha de Ciudadanos, y a la izquierda sumisa y domesticada de Pedro Sánchez, les trae al pairo la situación que soportamos millones de familias afectadas por el desempleo y la precariedad. Les trae sin cuidado que la juventud no tenga ningún futuro salvo el del exilio económico o la sobreexplotación. Ellos sólo saben decir sí a todas las exigencias de los banqueros y grandes empresarios, y aplicar una agenda de recortes salvajes en sanidad, educación, ayuda a la dependencia, privatizando empresas públicas estratégicas.

Para frenar esta ofensiva es necesario impulsar y recuperar la movilización en las calles. Si algo está demostrando todo lo que hemos vivido y estamos viviendo, es que sólo organizándonos y con la lucha podremos frenar esta espiral de precariedad y pobreza. Durante estos años hemos asistido a huelgas impulsadas por el Sindicato de Estudiantes que han frenado las reválidas franquistas; a la lucha de los trabajadores de Coca Cola de Fuenlabrada impidiendo el desmantelamiento de la fábrica y defendiendo los puestos de trabajo; a las grandes acciones de la PAH, donde la acción directa de la gente impidió el desahucio de cientos de familias. Sólo así, no acatando las injusticias por muy legales que sean, podremos avanzar.

Los dirigentes sindicales, cómplices de la precariedad

Durante estos años no han escaseado los cómplices necesarios que han permitido que se llegara hasta donde se ha llegado. Mientras muchos activistas sindicales y colectivos de trabajadores emprendíamos una dura batalla contra los intentos de la patronal de recortar nuestros derechos y salarios o impedir despidos, mientras cientos de miles participábamos en las Marchas de la Dignidad o en las mareas educativa o sanitaria… las direcciones de CCOO y UGT han continuado con su estrategia de desmovilización y pactos con la patronal y el gobierno de la derecha, alcanzando acuerdos vergonzosos.

La precariedad laboral, contra la que convocamos esta movilización, es también consecuencia de los convenios a la baja firmados en un sector tras otro, de la negativa a luchar cuando la patronal chantajea a los trabajadores, y de una actitud sumisa en las mesas de negociación. ¡Sí, la cúpula de CCOO y UGT es enormemente responsable de los males que sufrimos!

También hay que señalar que la dirección de Podemos tiene una importante responsabilidad de cambiar esta situación a través de los llamados “Ayuntamientos del cambio”. Dichos ayuntamientos podrían convertirse en el mejor ejemplo de cómo acabar con la precariedad y crear empleos dignos y de calidad. Pero, lamentablemente, en muchos casos como en Madrid, los dirigentes de Podemos no están actuando como se esperaba de ellos. Han renunciado a remunicipalizar los servicios privatizados, que siguen en manos de las multinacionales que aplican una política extrema de precariedad y bajos salarios. Han desistido de atajar los recortes impuestos por el PP desde el gobierno central, y tan sólo se jactan de reducir la deuda pública, mediante el pago puntual de los intereses a la gran banca. ¡Este no es el camino compañeros y compañeras de la dirección de Podemos! Tenéis que escuchar a vuestra base social y cumplir vuestras promesas, rectificando vuestras posiciones y pasando de las palabras a los hechos mediante la movilización de la juventud y la clase trabajadora.

Construir No + Precariedad

Desde Izquierda Revolucionaria llamamos a participar activamente en las manifestaciones del próximo 10 de febrero, y a construir y  extender el movimiento No + Precariedad a los centros de trabajo, a los barrios de todas las ciudades, convocando reuniones y asambleas, creando Comités de Acción contra la Precariedad, e impulsar, como siguiente acción, la huelga feminista del próximo 8 de marzo.

¡Queremos un futuro digno, y para conquistarlo hay que luchar y organizarse!

Entra en contacto con Izquierda Revolucionaria y súmate a la batalla contra la precariedad

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