¡Fuera machistas y fascistas de la judicatura!

Este jueves 4 de junio se ha hecho pública la sentencia contra los agresores de La Manada por la violación que cometieron en Pozoblanco (Córdoba) apenas dos meses antes de la de San Fermín.

Las penas impuestas por esta justicia plagada de machistas son de un año y medio a tres de ellos por abusos sexuales y 3 años para el cuarto por la grabación y difusión del vídeo. Una condena ridícula que les dejaría en libertad si no hubieran estado condenados previamente por la violación a la víctima de Pamplona. Toda una declaración de intenciones.

El abogado defensor de estos violadores ha insistido durante el juicio que el vídeo filmado de los miembros de la Manada –donde se puede ver a los agresores en un coche tocando, besando y haciendo burlas sobre el miedo de una joven casi inconsciente, donde sin tapujos se afirma “Esto es Pozoblanco y esto es la Manada”– es una prueba “ilícita” ya que se “obtuvo al revisar los móviles para el caso de la entonces supuesta violación de los Sanfermines”. A pesar de este vídeo, de los mensajes en los chats donde jalean barbaridades como “qué habilidad conduciendo con una mano y con la otra cogiendo una teta”, han seguido declarándose inocentes porque “la mujer subió voluntariamente al coche”. De nuevo se culpabiliza y persigue a las víctimas mientras a los agresores les sale prácticamente gratis violar. Mientras unos violan, otros y otras - utilizando las instituciones- los protegen y condenan a las víctimas, no sólo al desamparo más terrible, sino al escarnio público más apestoso.

El aparato judicial patriarcal contraataca

Esta nueva sentencia es dictada apenas un año más tarde de que el Tribunal Supremo - fruto de la incansable lucha que cientos de miles  de mujeres hemos librado durante los últimos años y hombro con hombro con el apoyo de muchísimos compañeros que también tomaron las calles con nosotras -, reconociera finalmente la violación de Navarra como agresión y no como abuso sexual. Como ahora se está comprobando, esa rectificación en la condena inicial no fue reflejo de ninguna regeneración del aparato judicial, sino de la lucha en las calles. Ahora, vuelven a echar un pulso a las y los que luchamos por una vida digna libre de violencia machista.

Con esta sentencia, los y las machistas y franquistas que nutren las filas de una judicatura que nunca fue depurada tras la caída de la dictadura, pretenden dar un duro golpe al movimiento feminista. Un movimiento, que movilización tras movilización, les ha señalado como responsables de la opresión machista a la que estamos condenadas la gran mayoría de nosotras. No es ninguna casualidad que esta sentencia llegue unas semanas más tarde del inicio de la investigación de la Guardia Civil sobre el 8M ni tampoco que la Manada esté compuesta por un guardia civil y un militar. El aparato del Estado, la judicatura, los distintos cuerpos policiales, el Ejército… están plagados de votantes y militantes de Vox y del Partido Popular que, como parte de la ofensiva lanzada por la extrema derecha contra nuestros derechos democráticos, aprovechan para seguir reprimiendo a los millones de mujeres y hombres que hemos señalado la naturaleza machista, clasista y reaccionaria del Estado y sus instituciones.

La Manada es el sistema. ¡Depuración YA de la judicatura!

El Gobierno PSOE-UP tiene que cumplir con las reivindicaciones que el movimiento feminista ha levantado en las calles. Queremos leyes justas que reconozcan nuestros derechos sí, pero reformar la legislación no es suficiente.

Es necesario depurar a todos los elementos reaccionarios de la judicatura, empezando por los jueces y juezas machistas que con sus sentencias patriarcales siguen aplastando nuestros derechos. El Gobierno de PSOE-UP debe confrontar con aquellos y aquellas de las que hacen de nuestra opresión un negocio y una bandera –con la Iglesia Católica, con la judicatura, los empresarios, la banca y los capitalistas–. Como hemos gritado en multitud de ocasiones ¡la Manada es el sistema!

Hemos dicho basta de machismo y capitalismo. Es el momento de romper con este sistema opresor y patriarcal construyendo una sociedad socialista para romper, de una vez por todas, nuestras cadenas. El único camino para conseguirlo es la organización y la lucha revolucionaria.

Contra la justicia patriarcal: ¡la lucha es el camino!

¡Únete a Libres y Combativas!

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